12.16.2008


El reflejo del cielo en nuestros ojos, la paz. Rojas nuestras manos pintadas con el fuego de la tierra yerma que pisamos, truenan verdades y se estrellan en la ciudad impasible a los gritos de pobreza y desigualdad mientras el silencio déspota nos acalla y nos encadena a una falsa felicidad, hipocresía y bienestar. Rojas nuestras manos por la ira que sentimos al perecer entre rejas invisibles; ajenas las personas conviven con antifaz entre máscaras y monotonía. Desgarro de corazones que laten vida colorean de rojo nuestra piel, para luego despertar, la libertad. Una mirada al cielo, una sola para volar.

3 comentarios:

Dara dijo...

Ya solo nos queda volar con los ojos.


Miau

Trapi dijo...

Me encanta el diseño de su blog, es magnífico. Los textos también. Volveré...

Lara T. dijo...

Estoy totalmente enganchada a tu blog, lo estoy leyendo todo con calma y cada vez me gusta más, de verdad.
Un beso grande, Lara.